jueves, 23 de julio de 2015

El matrimonio

Hola de nuevo, queridos bloggers. Hoy hablaremos acerca de "El matrimonio". ¿Qué es el matrimonio?

Según la enciclopedia es la unión de dos personas mediante 

determinados ritos o formalidades legales y que es reconocida por 

la ley como familia. 

Muchas personas se casan hoy en día, más cada vez son más jóvenes e inexpertos en la vida. Esta es una de las tantas razones por las que se da el divorcio. Muchos dicen divorciarse por la simple razón de que "ya no hay amor", o ya no se sienten plenos o felices con su matrimonio.

¿Qué dice Dios? En Mateo 5:32 encontramos:

"Pero yo os digo que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio."


¿Qué quiere decir esto?
Cuando uno se separa ya sea por diferentes motivos, y se casa con otra persona, está cometiendo adulterio. "Por lo tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24 ). Lo que Dios unió que no lo separe el hombre ( Mateo 19:6) 
Para entender mejor este tema. veamos este ejemplo:
- Supongamos que estás casado o casada con un creyente. Por constantes desacuerdos y discusiones deciden separarse. Luego, como a los dos meses, te vuelves a casar. Y vas a la Iglesia, le pides al Pastor su bendición, para tu nuevo matrimonio. Mas, él no te la quiere dar, confundido o confundida le preguntas por qué. Y respondiéndote te dice : " Por estás cometiendo adulterio. Si quieres que te bendiga, primero sé limpio y restaura tu matrimonio. Porque el pecado no se bendice" 

Debemos entender, que el matrimonio, es la unión de dos carnes en una sola. Ya no eres tú y él o ella. Ahora son una sola persona. Tal vez digas, que tu matrimonio ya no funciona, porque tal vez ya no hay amor, o tu marido es una persona con vicios, o te maltrata, y prefieres separarte. No puedes hacer eso, si tienes problemas, recurre a Dios. Ora, lee la palabra, pero no cometas adulterio, no te separes.


En la Biblia, encontramos en 1 Corintios 7:10-16

"A los casados instruyo, no yo, sino el Señor: que la mujer no debe dejar al marido  (pero si lo deja, quédese sin casar, o de lo contrario que se reconcilie con su marido), y que el marido no abandone a su mujer.  Pero a los demás digo yo, no el Señor, que si un hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.  Y la mujer cuyo marido no es creyente, y él consiente en vivir con ella, no abandone a su marido. Porque el marido que no es creyente es santificado por medio de su mujer; y la mujer que no es creyente es santificada por medio de su marido creyente; de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mas ahora son santos.  Sin embargo, si el que no es creyente se separa, que se separe; en tales casos el hermano o la hermana no están obligados, sino que Dios nos ha llamado para vivir en paz. Pues ¿cómo sabes tú, mujer, si salvarás a tu marido? ¿O cómo sabes tú, marido, si salvarás a tu mujer?"
Como acabamos de ver, podemos separarnos, mas solo cuando se trate de alguien que no crea en Dios. 
Dejando de lado, el tema del divorcio, en el matrimonio hay reglas que Dios ha impuesto. Veamos algunas de ellas:
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador.” (Efesios 5:22-23)
Aquí se refiere, a que las decisiones de la familia, las toma el hombre. Tal vez suene algo machista, pero yo no hago las reglas sino Dios, recordemos que lo que Dios hace es perfecto, también que  debe tener sus propias razones, que probablemente nunca lleguemos a entender, " ( Isaías 55:9)

“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” (Efesios 5:28-29). 

Esposos, amen, a sus mujeres, tenganles paciencia y comprensión, trátenlas como si fueran reinas. Cada vez que sientan ganas de explotar o renunciar, oren. La oración es una arma espiritual que posee un  poder, que no puedes imaginar. Dios escucha a los que buscan de corazón. ( Salmo 145:18)

Para finalizar, la presencia y existencia de Dios en un matrimonio, le traerá bendición. Bendito el hogar, donde Dios está presente en cada momento de sus vidas.


Que Dios les traiga paz a sus almas cansadas, y bendiga sus hogares, para que sus matrimonios prevalezcan, y se cumpla el voto de "hasta que la muerte nos separe"


Y recuerden...Dios los ama.


María se reporta y fuera.






















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