martes, 7 de abril de 2015

La biblia y la homosexualidad

Hola, de nuevo queridos bloggers. El tema de hoy es "La Biblia y la homosexualidad". Hoy en día, ya son varios los países que han aceptado el matrimonio gay. La gente no está de acuerdo con este tema, unos piensan que tienen derecho a ser feliz, otros que Dios detesta este tipo de cosas que van en contra de lo que él ha establecido.
 Bueno, en 1er lugar, todos tenemos el derecho de expresar nuestra forma de pensar, pero eso no quiere decir que me vas a obligar a pensar lo mismo que tú. Somos libres y no deben impedirnos decir nuestra opinión. Nada te obliga a cambiar de opinión, tú decides cambiar de pensamiento.
 Exploremos este tema con detalle. ¿Qué piensa Dios al respecto?
Según su santa palabra, la Biblia condena la homosexualidad. Veamos algunos pasajes:


  • Levítico 18:22: “No te echarás con varón como con mujer, es abominación.”
  • Levítico 20:13: “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron: ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.”
  • 1ª Corintios 6:9-10: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,”
  • Romanos 1:26-28: “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27y de igual modo también los hombre, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. 28Y como ellos no aprobaron  tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 
Como puedes observar, Dios verdaderamente considera la homosexualidad como pecado. Dios creó a Adán y a Eva. No a Adán y  Esteban. La homosexualidad es un pecado como cualquier otro y necesita ser tratado en la única forma posible: Necesita ser colocado en la cruz, arrepentirse de éste y nunca más volver a hacerlo.

Probablemente, ya sabías esto o ya lo habías escuchado varias veces. Pero ese es el punto. Cuando alguien no quiere creer o ver la verdad de la realidad, no importa las pruebas o evidencias que haya que prueben que lo que está haciendo está mal. No creerá, ni cambiará de parecer. ¿Por qué? Porque no quiere creer. Dios impuso mandamientos, y debemos obedecerlos. Dios no te obliga, tú decides seguirlo y hacer lo que te ordene. Dios no lo hace por tu mal, lo hace por tu bien. Para que crezcamos en espíritu y seamos limpios.

No es fácil, es una lucha que tenemos con nosotros mismos cada día. Sin embargo, Dios estará ahí, para fortalecerte y ayudarte. 
Esto es todo por hoy, si conoces a alguien que es homosexual, ayúdalo. Todos somos hijos de Dios a sus ojos. Ayuda a tu hermano, llévale la palabra de Dios, infórmale y explícale que eso es incorrecto.

Eso sí, ten en cuenta que si no acepta a Dios en su corazón, nada cambiará. Tú no cambias a las personas, sino Dios. Y lo único que te quedará será orar por esa persona.
Que Dios los bendiga, y les alumbre el duro camino de la vida.
María, se reporta y fuera.


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